La simplicidad de los ingredientes es clave en la receta del Pan Libanés. Harina de trigo, agua, levadura, sal y una pizca de azúcar son los elementos esenciales que dan vida a este manjar. La harina de alta calidad, preferiblemente de trigo duro, se mezcla con agua para formar una masa homogénea. La levadura agrega la magia de la fermentación, creando burbujas de aire que dan como resultado su característica textura esponjosa.
El toque de sal resalta los sabores mientras que una pizca de azúcar añade un matiz sutil de dulzura. La clave para obtener el equilibrio perfecto reside en el amasado y el reposo adecuado de la masa, permitiendo que los ingredientes se fusionen y se desarrollen plenamente.